Había una vez un lobo que siempre sentía frío. Un día fue a la casa de los conejos, quienes lo acogieron, pero el lobo ¡se robó la estufa! El lobo, que se quedó dormido en su casa con la estufa encendida, despertó al sentir como se quemaba su colita. Afortunadamente los conejos pudieron ayudarlo y apagar el fuego, tras lo que se hicieron muy amigos.
"El lobo friolento" es sólo una de las tantas historias que los niños de la Escuela Especial El Trigal, de Huechuraba, crearon para narrarla con el Kamishibai, mini teatro japonés milenario que sirve para contar cuentos acompañados de imágenes. La novedosa herramienta desde hace algunos meses está presente en todas las bibliotecas del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas.
"Si mis niños de la Escuela Especial El Trigal, fueron capaces de crear historias, coherentes y entretenidas, cualquiera puede", cuenta con entusiasmo Gilda Zúñiga, bibliotecóloga de la Biblioteca de Huechuraba, que durante el año ha realizado diversas actividades con dicha Escuela. Una de ellas fue la implementación de los Cuentos con Humor, experiencia que tuvo gran aceptación entre los estudiantes y que culminó con la visita del escritor Pepe Pelayo.
"Mis niños, dentro de todas sus limitaciones, trabajaron como hormiguitas con ayuda de la profesora, obviamente, pero lograron historias buenísimas", cuenta Gilda Zúñiga, orgullosa del entusiasmo y la creatividad que los niños de la Escuela El Trigal han desplegado gracias a las actividades de fomento lector.
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