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¡Feliz día bibliotecarios!

Profesionales celebran de norte a sur

¡Feliz día bibliotecarios!

Publicado el 12/07/2007
Un 10 de julio de 1969 se publicó oficialmente la ley promulgada por el Presidente Eduardo Frei Montalva, a través de la cual se crearía el Colegio de Bibliotecarios de Chile. Una fecha para conmemorar, pero también para reflexionar.

¿Cuál es el rol del bibliotecario hoy? Una pregunta de grueso calibre y gran profundidad que, sin duda, profesionales de la bibliotecología de todo el país se volvieron a hacer en su día. La propuesta fue presentada por el entonces senador Volodia Teitelboim (Premio Nacional de Literatura 2002), miembro de la Comisión Educación Pública. Con motivo de este aniversario, la Directora de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos [!N:www.dibam.cl/ [!b:Dibam]], Nivia Palma, envió a los profesionales que trabajan en la institución un afectuoso saludo, destacando la permanente tarea que cumplen a lo largo de todo Chile en la promoción de la lectura, el acceso equitativo al conocimiento y a la cultura, y la generación de espacios de participación ciudadana. "Si hoy podemos sentirnos orgullosos del trabajo que estamos haciendo, es porque bibliotecarios y bibliotecarias han dedicado sus vidas a iluminar la vida de otros", subrayó Palma. Por su parte, el subdirector de Bibliotecas Públicas, Ricardo López, agregó: "Desde su profesión, pero sobre todo desde su amor por las bibliotecas públicas, cada uno de ustedes pone en su trabajo el sello de una especialidad compleja que resulta imprescindible. La presencia especializada del profesional bibliotecólogo en nuestro ámbito es un requerimiento ineludible, que además nutre a quienes provenimos de otras profesiones y disciplinas. De su presencia, trabajo e interacción, entre otros factores, surge y se desarrolla lo mejor de lo que hoy es el sistema de Bibliotecas Públicas de Chile". [!b:Un clásico] Pero volvamos a la pregunta inicial y escarbemos en el pasado en busca de una respuesta, de la mano del catedrático y escritor español, autor de ensayos como "La rebelión de las masas" (1930) y "¿Qué es filosofía?" (1958), José Ortega y Gasset, quien también reflexionó, claro, sobre el libro y la labor de quienes consagran su vida a mantener vivo el espíritu y la función de la biblioteca. En "Misión del bibliotecario", leído por Ortega y Gasset (1883-1955) en el paraninfo de la Universidad de Madrid, como discurso inaugural en el 2° Congreso Internacional de IFLA, el 20 de mayo de 1935, el intelectual entrega ciertas claves que no está demás recordar y que a continuación citamos: "La vida no es sino quehacer. Las carreras o profesiones son tipos de quehacer humano que, por lo visto, la sociedad necesita. Y uno de éstos es desde hace un par de siglos el bibliotecario". "¿Cuándo vemos dibujarse por vez primera la figura humana del bibliotecario en la urdimbre del paisaje social? ¿Cuándo un contemporáneo mirando en su contorno pudo hallar como fisonomía pública, ostensible y ostentada, la silueta del bibliotecario? Sin duda, en los comienzos del Renacimiento. Conste, ¡un poco antes de que el libro impreso existiese!" "La necesidad social del libro consiste en esta época en la necesidad de que haya libros, porque hay pocos. A este módulo de la necesidad responde la figura de aquellos geniales bibliotecarios renacentistas, que son grandes cazadores de libros, astutos y tenaces. La catalogación no es aún urgente. La adquisición, la producción de libros, en cambio, cobra rasgos de heroísmo. Estamos en el siglo XV. No parece debido a un puro azar que precisamente en esta época en que se siente tan vivamente la necesidad de que haya más libros, la imprenta nazca". "Para determinar la misión del bibliotecario hay que partir no del hombre que la ejerce, de sus gustos, curiosidades o conveniencias, pero tampoco de un ideal abstracto que pretendiese definir de una vez para siempre lo que es una biblioteca, sino de la necesidad social que vuestra profesión sirve. Y esta necesidad, como todo lo que es propiamente humano, no consiste en una magnitud fija, sino que es por esencia variable, migratoria, evolutiva en suma, histórica". Muy cercanos ya al tercer milenio, ante la avalancha incontenible de los avances tecnológicos, las palabras de Ortega y Gasset suenan casi proféticas: "Cabría decir que hasta ahora vuestra profesión ha vivido sólo las horas de juego y preludio -Tanz und Vorspiel. Ahora viene lo serio, porque el drama empieza". "Si trasladamos este deslinde entre las edades de la vida personal a la 'vida' colectiva y en ella a las profesiones, descubrimos cóm