La Biblioteca Pública Municipal de Concepción fue el lugar escogido para el Encuentro de Editoriales Regionales del Biobío, que movilizó la exhibición literaria de 25 casas editoras, acción impulsada por la Secretaría Regional Ministerial de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en el marco del Plan de la Lectura, para celebrar el Día del Libro y el Derecho de Autor.

Realizada los días 5 y 6 de abril, hubo muestras y promoción de variados contenidos para todas las edades, como poesía, historia, humanidades, literatura, ilustraciones y académicas, entre otras. «El futuro que vemos en las editoriales del Biobío es muy prometedor, cuentan con gran calidad en los materiales y eso resalta a la vista, pero la genialidad está en la amplitud de temas y géneros, que transmiten la identidad de la región. Tenemos que consolidarnos como un polo para el desarrollo de escritores a nivel nacional», comentó la coordinadora regional de Bibliotecas Públicas del Biobío, Yesenia Mendoza.

El director de Ediciones de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Gonzalo Bordagaray, afirmó: «Las editoriales universitarias tenemos un rol importante en generar y promover el nuevo conocimiento que nuestra propia comunidad académica realiza con sus investigaciones. También abren las puertas para publicar con autores y creativos externos».

Por su parte, el director de Extensión de la Universidad del Bío-Bío (UBB), Hernán Barría, apuntó que Ediciones UBB difunde el conocimiento que se produce desde la Universidad «las humanidades y arquitectura tienden a publicar con mayor periodicidad», dijo. En este sentido, comentó: «intentamos promover este ejercicio a ciencias e ingenierías para proyectar el conocimiento».

Las editoriales presentes en el Encuentro Regional del Biobío se originaron en diversos momentos de la historia local y con diferentes propósitos en sus enfoques. Ester Hernández, por ejemplo, colaboró para comenzar con una librería en la década de los 80, en Concepción, debiendo transformarse para continuar con la producción de contenidos. «Cuando se instalaron los cafés con piernas, cerramos y nos reinventamos con la Editorial Escaparate que tenemos hasta ahora», recordó. En el catálogo existen publicaciones de política, historia, género, sociología y otras ramas de las ciencias sociales, donde ella también publicó como autora.

En tanto, desde la editorial Anokanay, la poeta y gestora cultural, Miriam Leiva, relató que junto a Rosío Fernández —con quien dirige la organización— cumplen un sueño que comenzaron en pandemia, alcanzando 24 títulos hasta hoy. «Vienen otros más y serían 28. Estamos sacando más de un libro por mes”, afirmó. Mencionó que en general trabajan con escritores de primeras obras, como Esclavo y cadena, de Luis Fernández. “Es una persona adulta que tenía muchísimos escritos y nunca había publicado», comentó.

El autor, poeta y escritor, Hualpén Suárez, integró el Encuentro con el Taller del Libro, agrupación de la que nació la editorial Marcos Cabal. «El primer libro que se publicó en el Taller fue uno mío y de ahí se marcó el inicio del trabajo de los chicos que ya venían con el ejercicio de fabricar libros». Esta editorial publicó a diversos nombres del país, entre ellos, Óscar Sanzana y Juan Carreño, buscando «voces más bien jóvenes, calladas», precisó. Poesía, serigrafía, cuentos, crónicas y catálogos en torno a la lira popular son parte de las producciones realizadas.

También tuvo relatos gráficos. Yayo, seudónimo de Eladio Lagos, es dibujante, guionista y editor general de Zobako Cómics, quien recorrió la producción desde «la creación de fanzines fotocopiados hasta impresiones en papel couché, full color impresión, con temáticas que tienen que ver con inquietudes de la zona». Su trabajo, expresó, busca «generar identificación en términos gráficos, donde hay una simbiosis de elementos que son bien chilenos, mapuche y latinoamericanos. Hemos realizado historias infantiles de dos páginas para que niños y niñas se introduzcan en la lectura».