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Diálogo ininterrumpido

Comenzó ciclo de charlas en la Biblioteca de Santiago

Diálogo ininterrumpido

Publicado el 16/12/2010
Hasta el viernes 17 continúa el ciclo "Múltiples Lecturas, Múltiples Formatos", que cuenta con la participación de expertos chilenos, españoles, argentinos y colombianos, dialogando en torno al Fomento de la lectura y la escritura. Puedes verlo en línea o presencialmente en Matucana 151. Y en esta nota, algo de lo que hasta ahora se ha dicho.

En la Biblioteca de Santiago, un lugar donde las bibliotecas públicas chilenas siempre encuentran la identificación (por los logros alcanzados o por los desafíos presentes y sueños por alcanzar), "la biblioteca se hace día a día". Esa es una de las claves de su desarrollo y así lo expresó ayer su directora, Marcela Valdés, al inaugurar el ciclo de Charlas "Múltiples Lecturas, Múltiples Formatos".

La cita partió con las ponencias de la Licenciada en letras argentina Susana Allori, la docente española Gemma Lluch y el antropólogo chileno Pablo Andrade, y continuó el miércoles con la presencia de los argentinos Cecilia Chaab y Gerardo Cirianni, así como la participación virtual, vía teleconferencia, de la colombiana Carmen Bravo.

Susana Allori, quien además es directora del Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil (CEDILIJ), en Córdova, se refirió a proyectos desarrollados allende Los Andes: el Puesto de los libros (nuestro "Casero del libro"), y la creación de bibliotecas en Ciudades barrios, diez sitios construidos para pobladores de villas miseria, las que si bien reúnen centro de salud, escuela y diversos servicios, a tres años de su génesis no contaban aún con bibliotecas.

El tema del día fue "Investigaciones y Proyectos sobre Lectura y Escritura". Allori comenzó así: "La palabra promoción trata de difundir un producto para que un producto sea consumido... es interesante pensar que nosotros, muchas veces cuestionadores de la sociedad de consumo, estamos promoviendo un producto del mercado, el libro forma parte de la industria editorial y se rige por las leyes del mercado. Pero indudablemente el libro es un bien cultural, y desde ese punto de vista nuestra tarea de promoción no puede desconocer las condiciones políticas que rodean a esa tarea. Por ejemplo: lo que implica la compra, la venta... esa industria, con todas sus estrategias, tiene que estar a nuestro servicio y debemos ser hábiles para que favorezcan nuestra causa".

La trasandina se centró en una segunda acepción de promover: "elevar a una persona a una dignidad", y contó del caso de Liliana, una niña que se acercó a los puestos en 2004, que hoy tiene 18 años, y que pudo superar una serie de problemas de corte social gracias a este acceso a la lectura. Pero que además fue llevando a cada uno de sus hermanos. Es decir, "se convirtió en una promotora de la lectura".

"En nuestras sociedades -continuó- lo primero que se observa es una situación de inequidad. Es una tremenda injusticia vivir en una sociedad que produce arte, por ejemplo, y que no todos tengamos la posibilidad de acceder a ello". Hizo sí, la siguiente aclaración: "También hay sectores marginados de la lectura que sí tienen posibilidades de acceso, entonces nuestro problema no es sólo en relación a las posibilidades económicas, sino a las posibilidades de acceso simbólicas de las personas".

Según Allori, "cuando uno habla de estrategias, es que está pensando en una intencionalidad, la que necesita de una planificación, cierta sistematicidad. Y por eso la palabra promoción de la lectura aparece siempre