Un baúl. Ese fue el presente más curioso que hace un año recibió Nivia Palma para su cumpleaños. Extrañada, la directora de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos le pidió a la amiga que se lo ofrecía una explicación: "Quiero que aquí pongas lo que para ti es importante, para que cuando mueras tus hijas lo abran y sepan lo que para ti fue realmente importante en la vida". La anécdota sirvió a Nivia Palma para expresar su reflexión acerca del patrimonio, respondiendo así a la continua pregunta sobre quiénes son las personas indicadas para dar una definición de dicho concepto. Ello, en el marco del [!b:VIII Seminario sobre Patrimonio Cultural: Rescate, invención y comunidad] que desde el miércoles 22 y hasta hoy viernes se desarrolló en el [!b:Centro Recoleta Dominica]. La invitación, reconoció Nivia Palma en la mesa Patrimonio y creación, "me generó un problema total. Pero ha sido un proceso maravilloso para mí decidir qué está en ese baúl. Y la inmensa mayoría de las cosas están fuera de él". "El patrimonio", agregó recordando al recientemente fallecido Fidel Sepúlveda Llanos, "es un universo de bienes con un tipo de presencia que irradia una excepcional riqueza de ser. Lo memorable es lo relevante, lo relevante es lo revelante de la riqueza del ser, riqueza del pasado que no ha pasado, que llega al presente y lo plenifica. Con este pasado llegando al presente se hace el patrimonio, entonces, digo yo, no todo es patrimoniable. Patrimonio son aquellos bienes materiales e inmateriales, dignos de recordar, de permanecer, que nos hablan profundamente de la vida y de su sentido, que en sí mismo dan trascendencia al ser humano más allá del espacio y el tiempo". Junto a la directora de la Dibam estuvieron el musicólogo [!b:Hiranio Chávez], el artista visual [!b:Pablo Rivera] y el director y dramaturgo [!b:Ramón Griffero]. Subrayando que en el Chile contemporáneo "se instaura la cultura de mercado como patrimonio y presenciamos la resignificación del arte como arte de mercado", ya que "no hay libertad de expresión sin difusión", Griffero acotó: "Nivia conoce sus objetos, por lo tanto puede definir qué objetos guarda y cuáles no. Conoce la carga afectiva, emotiva, de estos. El problema es cuando tengo un patrimonio que la comunidad desconoce, como lo es el de la creación. ¿Cómo va la comunidad a decidir, si conoce sólo lo que le transmiten los medios? Terminaríamos con Pamela Díaz de patrimonio". El autor de obras como Cinema-Utopía, éxtasis y Río-Abajo, agregó que "sabemos que este concepto (patrimonio) se ha vuelto un lugar común, de candidata a reina de belleza, o de discurso correcto que siempre está contra la guerra, con la libertad y es amante de la cultura. Pero el concepto de patrimonio o creación se va redefiniendo a partir de quien lo lee y del régimen identitario que señala su espacio patrimonial a valorizar. Por ejemplo, lo militar frente a lo civil o frente a la creación. Recorran nuestra Alameda y plazas y cuenten los monumentos a generales, tenientes, sargentos y almirantes y vean dónde la República fijó la mirada y cómo están ausentes nuestros creadores". "Definir qué obras y cuáles creadores forman parte de nuestro patrimonio material e inmaterial es un derecho y responsabilidad no sólo de los artistas, sino también de todos nosotros que no somos artistas. Y claro, lo ideal es identificar procesos y caminos serios y respetuosos para hacer esta construcción y no la chabacanería que lamentablemente vemos en la televisión", concluyó Nivia Palma. El [!b:VIII Seminario sobre Patrimonio Cultural: Rescate, invención y comunidad] finalizó con la presentación del número 41 de la [!b:revista Patrimonio Cultural].