Jorge tiene 27 años y, aunque una de sus mayores pasiones es la lectura, no es una afición que practique a menudo. ¿La razón? Su familia no posee los recursos y la biblioteca más próxima a su casa no cuenta con acceso especial para personas con impedimentos físicos como el suyo. Jorge se moviliza sobre una silla de ruedas desde los 8 años y ayer se enteró de una muy buena noticia, tal vez la mejor que recibe en años. La Biblioteca Pública Regional de Copiapó cuenta ahora con ascensor especial para minusválidos. La inauguración del servicio (proyecto sectorial de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Dibam) se llevó a cabo a las 13.00 horas de este miércoles 29 de noviembre, con la presencia del gobernador de la provincia de Copiapó, [!b:Jorge Campillay], la intendenta regional, [!b:Julieta Cruz], el subdirector de Bibliotecas Públicas, [!b:Ricardo López], la coordinadora regional de Bibliotecas Públicas de Atacama, [!b:Dina Sekul] y el director de la Biblioteca de Santiago, [!b:Gonzalo Oyarzún]. Construida en 1982 y con la mayoría de sus servicios dispuestos en el segundo piso de la calle Colipí s/n, la Biblioteca Pública Regional de Copiapó se ha transformado en uno de los sitios visitados de la ciudad. Sin embargo, según [!b:Dina Sekul] "era muy urgente que resolviéramos el tema del acceso, habíamos sido notificados por la Municipalidad ya que estábamos infringiendo el decreto legal que dispuso que este tipo de edificios debían modificar sus estructuras con el fin de brindar un correcto acceso a las personas con discapacidad. Discutimos muchas fórmulas, como las clásicas ramplas, pero finalmente la Dirección de Arquitectura evaluó el edificio y nos propuso este ascensor que nos tiene muy contentos". [!b:-¿Existe alguna cifra estimada de personas con algún tipo de discapacidad que podrían visitar desde hoy la biblioteca?] -Aunque fuera una, para nosotros es importante. Además, no estamos hablando sólo de personas en silla de ruedas. Tenemos un grupo de ciegos que visita una sala con computadores, libros sonoros, grabaciones y textos provistos de sistema braille. También están los adultos mayores y, por último, cualquier persona común y corriente que circunstancialmente pueda haber sufrido un accidente. Similar opinión es la del director de la Biblioteca de Santiago, [!b:Gonzalo Oyarzún], quien acota que "más que cualquier otra cosa", esta inversión de 30 millones de pesos busca paliar "una necesidad básica. No puede haber ningún tipo de barrera que genere algún tipo de exclusión a las bibliotecas". De ahí que para los usuarios de la Biblioteca Pública Regional de Copiapó esta sea prácticamente una revolución. Cuando la modificación de lo que para muchos es una nimiedad -el cotidiano inadvertido- provoca el bienestar de tantos.