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5 años abriendo mundos

Aniversario de BiblioRedes:

5 años abriendo mundos

Publicado el 22/11/2007
"Disminuir la inequidad en el acceso a Internet y la brecha digital", esa era la consigna, y tras cinco años de trabajo, BiblioRedes comienza a festejar con logros concretos: 7.914.084 sesiones gratuitas de acceso a computadores con Internet, 725.339 usuarios registrados y 346.537 capacitaciones en computación a personas. El 82 por ciento de ellos, viven por debajo de la línea de pobreza.

Noviembre de 2002, la [!b:Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, (DIBAM)], da inicio al proyecto que en la actualidad puede jactarse de ser la mayor red de acceso público gratuito a Internet y capacitación en computación de nuestro país: BiblioRedes. Los aportes de la Fundación Bill & Melinda Gates, el Gobierno de Chile, y el apoyo de 294 municipalidades en cuyas comunas se instaló el Programa, resultaron fundamentales: BiblioRedes aporta hoy el 30% de capacitados a través de la Campaña Nacional de Alfabetización Digital; representa el 50% de la Red Nacional de Infocentros y, de paso, ha provocado un aumento en el número de usuarios en las Bibliotecas Públicas (en 1 de cada 3 comunas, la Biblioteca Pública con BiblioRedes, es el único lugar de acceso comunitario y gratuito a Internet). No por nada el 2006 BiblioRedes se hizo merecedor del Stockholm Challenge, en la categoría cultura, también conocido como el Premio Nobel de Internet. De esto y más habla en entrevista el Coordinador Nacional del Programa BiblioRedes, [!b:Enzo Abbagliati]. [!b:-Originalmente se plantearon "convertir las bibliotecas públicas del país en espacios de encuentro de la comunidad con la información, el conocimiento, la cultura y la recreación en formato digital". ¿Lo han conseguido? ¿Cuál es el balance general?.] -Al frente de BiblioRedes estoy desde septiembre del año pasado, pero ya estaba al inicio, más o menos en 2000. El balance es positivo principalmente porque se cumplió, no digo que totalmente la promesa original, pero sí en gran medida y efectivamente se cumplió con el perfil de público que nosotros esperábamos que ocurriera. Hemos atendido en estos años más de 700 mil personas, personas distintas que en algún momento han pasado por la biblioteca. El 82% de estas personas viven bajo la línea de la pobreza. Cuando pensábamos convertir a la biblioteca en un espacio de encuentro con la información, la cultura, y todo esto en formato digital, al usuario que teníamos en la cabeza era a ese, no al ABC1, que ya tiene computador con Internet conectado en la casa. Sino en el fondo a esa persona de bajos recursos donde posiblemente la biblioteca sea su único lugar de acceso a la tecnología. En un balance muy global uno podría decir sí, hemos cumplido nuestra promesa de atender y entregar una oportunidad y un acceso equitativo a esa persona que lo necesita, quizás no a todos los que lo necesitan por una cuestión estructural de que nos faltan computadores, horas de atención , bibliotecas digamos. Pero por lo menos con el grupo importante con el que hemos trabajo efectivamente estamos bien focalizados y el balance es positivo. [!b:-¿Cuál es la repercusión real en este acercamiento de la comunidad a las nuevas tecnologías?. Estoy pensando en la crítica que hacen escritores como José Saramago y Kenzaburo Oé, en El mito Internet, el mismo Manuel Castells, en La galaxia Internet, acerca de hasta qué punto Internet o las nuevas tecnologías son la herramienta de acercamiento al conocimiento. ¿Hasta qué punto no es también un servicio que sólo en una mínima medida acerca a los cibernautas a los libros y a la biblioteca pública en particular? ...Si es que era esa la meta final, claro.] -Primero, la meta final no era necesariamente que la gente leyera más. Cuando formulábamos BiblioRedes y pensábamos en lo que queríamos que pasara, estábamos pensando en que el usuario, a través de este acceso a la tecnología, viera aumentado su capital social; en el sentido de que las tecnologías le permitiera conectarse con redes, o si ya tenía redes pudiera potenciarlas para ver una mayor capacidad de comunicación y que esa mayor asociatividad le permitiera tener una mejor calidad de vida, y su capital cultural; o sea, que a través de un computador conectado a Internet pudiera acceder a bienes y servicios culturales que la biblioteca, por limitaciones físicas, no tenía: leer el diario en la Villa O'Higgins al final de la carretera austral es complicado, porque los diarios no llegan para allá, en formato físico, pero sí se pueden leer en la web, y digo diarios así como digo revistas electrónicas y un montón de bienes culturales que en el mundo físico, como dice un autor, se ven limitados porque el mundo físico está restringido por los átomos, mientras que el mundo virtual lo está por los bits y estos corren mucho m&a