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Medio siglo sin Gabriela

Nueva biblioteca la recordará

Medio siglo sin Gabriela

Publicado el 09/01/2007
La Corporación Cultural MonteGabriela, en unión con la fundación Un techo para Chile y la Dibam, son los gestores de la [!b:nueva Biblioteca pública Monte Gabriela de Paihuano], la que se inaugura este mes en conmemoración de la muerte de la gran poeta chilena.

El desierto de Atacama y las soledades de la Patagonia cobijaron alguna vez en Chile a [!N:www.memoriachilena.cl/mchilena01/temas/index.asp?id_ut=gabrielamistral(…) [!b:Gabriela Mistral]]. También Italia, Brasil, España y Estados Unidos, "país sin nombre" donde la más grande poeta nacional vivió sus últimas horas, un 10 de enero de 1957. Sin embargo, la andariega madre no partió sin antes dejar escrito en su testamento su último deseo: que la enterraran en su aldea, en Monte Grande. Cincuenta años después, la comuna de Paihuano (que agrupa a las localidades de Paihuano, Monte Grande, Pisco Elqui, Retiro Norte y Horcón) quiere rendir el que consideran el mejor homenaje a su hija ilustre: la creación de una biblioteca pública enclavada precisamente entre los cerros de Monte Grande, en la casona de adobe que durante años fue la antigua escuela del pueblo. Gestores de dicha idea son la Corporación Cultural MonteGabriela en unión con la fundación Un techo para Chile y la [!N:www.dibam.cl/ [!b:Dibam]], y el objetivo es acercar a los 4.168 habitantes de la comuna a los libros y la lectura, como fuente de esparcimiento, cultura y saber. Con ese mismo norte en mente, el programa [!N:www.biblioredes.cl/ [!b:Biblioredes]] aportará 4 computadores conectados a Internet. [!b:A la maestra con cariño] En 1945, Gabriela Mistral recibió la noticia de que le había sido otorgado el Premio Nóbel de Literatura para ese año. Hjalmar Gullberg, secretario de la Academia Sueca, en su discurso de entrega del premio, expresó: "Gabriela Mistral proyectó su amor maternal sobre los niños a los cuales instruía. Para ellos había escrito sus sencillas canciones y esas rondas reunidas en Madrid en 1924 bajo el título de [!c:Ternura]. Contrastando con la patética emoción de [!c:Desolación], [!c:Tala] expresa la calma cósmica que envuelve a la tierra sudamericana, cuyo aroma llega hasta nosotros. Henos aquí de nuevo en el huerto de la infancia, de nuevo los íntimos diálogos con la naturaleza y las cosas... Señora Gabriela Mistral: habéis hecho un viaje demasiado largo para un discurso tan corto... Para rendir homenaje a la rica literatura iberoamericana es que hoy nos dirigimos muy especialmente a su reina, la poetisa de Desolación, que se ha convertido en la grande cantadora de la misericordia y la maternidad". Lucila Godoy Alcayaga, la primera latinoamericana en ganar el Premio Nóbel de Literatura, falleció en Long Island, en el Hospital General de Hempstead, Nueva York. Entrevistado por la escritora Virginia Vidal, el poeta, educador y diplomático Humberto Díaz-Casanueva evocó esos días tristes, previos al fin de la autora de [!c:Lecturas para mujeres]: "Yo estaba como delegado en una asamblea de las Naciones Unidas cuando Gabriela, cónsul en Nueva York, enfermó de cáncer al páncreas. En ese tiempo, también se encontraba allá mi gran amigo, el poeta Rosamel del Valle. Juntos, la íbamos a ver. Pero estaba en el hospital de Hemstead para morirse y no recuperó el conocimiento. Ella se hallaba en un tercer piso. Una mujer quería filmar sus últimos momentos y ello me causó una indignación tremenda. Cerré la puerta y prohibí toda intromisión. Murió y ya pasó a los elementos oficiales y los poetas, Rosamel del Valle y yo, nos hicimos a un lado, nada podíamos hacer (...) Con Rosamel, no le llevamos flores sino espigas de trigo. Me causó una impresión tremenda ver a Gabriela muerta y maquillada, ella que nunca se maquilló en su vida, ahora con rouge en los labios. No me importó que me retaran: tomé mi pañuelo, le saqué el rouge de su boca fría y le puse las espigas...". Por deseo suyo, Gabriela Mistral fue enterrada con el hábito de Francisco, el santo de Asís. Su tumba, elegida por Pablo Neruda, cuenta con la siguiente leyenda en su lápida: "Lo que el alma hace por su cuerpo, es lo que el hombre hace por su pueblo".