Los pasados 8, 9 y 10 de noviembre más de 180 encargados y referentes nacionales e internacionales en bibliotecas públicas se reunieron en la Biblioteca de Santiago. La idea, inédita en Chile, permitió abrir un espacio para el diálogo y la reflexión en torno al quehacer de las bibliotecas públicas chilenas. Así lo estima hoy la directora del [!b:Centro Bibliotecario de la Corporación Municipal de Puente Alto, Sabina Gálvez], quien se desempeñó como co-organizadora del evento junto al subdirector de Bibliotecas Públicas, Ricardo López, el director de la Biblioteca de Santiago, Gonzalo Oyarzún, y el secretario ejecutivo del congreso, Enrique Ramos. Gálvez agrega que de esta iniciativa se desprenderán otras de similar importancia, como una propuesta para realizar el [!b:1er Congreso Iberoamericano de Bibliotecas Públicas] en Medellín Colombia, en agosto de 2007, y la publicación de la primera revista iberoamericana en bibliotecas públicas en formato digital. Además, a la hora de los balances, "este congreso sentó las bases para promover la educación permanente en los funcionarios y usuarios de las bibliotecas públicas, la transmisión de experiencias significativas y la importancia de la profesionalización de su trabajo. La Dibam ya se comprometió a realizar el [!b:Segundo Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas] en 2008", adelanta. [!b:-¿Qué debía resultar de un congreso como este?] -En primer lugar la comunicación, generar una instancia de comunicación entre la gente. Si bien existe una red operando en todo Chile y coordinaciones de bibliotecas, lo que nosotros queríamos es que por primera vez la gente se viera las caras, que conversara de sus experiencias. En segundo lugar, conversar de cómo la biblioteca pública se está insertando dentro de la nueva Política Nacional del Libro y la Lectura. Porque ello sienta las bases de que tal vez uno de los agentes más importantes para dar acceso al libro es, precisamente, la biblioteca pública y los bibliotecarios, sean estos profesionales o encargados de bibliotecas. Ellos son los mediadores y los agentes que harán posible que las bibliotecas den realmente este acceso al libro. [!b:-¿Cómo se entiende que en todo este tiempo no haya existido una instancia similar?] -Se entiende porque durante una buena cantidad de tiempo la Dibam y las bibliotecas han estado haciendo cosas. Biblioredes, por ejemplo, un tremendo proyecto que ya está implementado y funcionando en las bibliotecas chilenas, y más encima nos ha interconectado. Entonces ahora era un excelente momento para llevar esa conexión virtual a una conexión real: vernos todos juntos, conversar, compartir y además recibir la experiencia y el conocimiento de invitados internacionales. Porque si bien la realidad chilena es buena en cuanto al desarrollo de bibliotecas, es muy importante compararnos con referentes iberoamericanos y de esa manera poder extraer experiencias, aplicarlas a nuestra realidad y nivelarnos. Es decir, después de esto poder definir un modelo básico de biblioteca, y de ahí en adelante trabajar para los próximos congresos. [!b:-Ese modelo básico podría ser el Centro Bibliotecario de Puente Alto, que en toda conversación aparece como ejemplo.] -Si, es que Puente Alto ha tenido varios momentos históricos en el desarrollo de su trabajo. En primer lugar nuestra biblioteca pública fue creada con una interesante fórmula de aporte mixto entre empresa privada, organismos del Estado y el gobierno local. Por lo tanto, ya partió con un modelo especial. Se puso mucho empeño en introducir tecnología, en abrir las estanterías, introducir rincones para niños... estoy hablando de 14 años atrás. De ahí en adelante se convirtió en una especie de referente para nuevos proyectos que coincidieron con una década de creación de bibliotecas. Después creamos Biblioniños, que es la primera biblioteca pública especializada para niños. Ese fue un segundo hito importante. [!b:-Su página web fue alabada y premiada por la Unesco] -Exacto. Y ahora, hace un año y medio, estamos trabajando en un tercer hito que es el desarrollo de un plan lector comunal. Puente Alto fue pionero. Ya había desarrollado su biblioteca pública, tenía cierta estabilidad y nos propusimos ayudar al ámbito de la biblioteca escolar, precisamente para asumir nuestro verdadero rol. De esa forma llevamos un a&ntild